¡Un lugar de leyenda!

En la posesión de Fangar, en Campanet, hay una cueva en la que, tiempo atrás, vivían gigantes. Eran gigantes muy simpáticos y todos los habitantes de los alrededores los conocían. Eran tan agradecidos que hasta le concedieron un don a la joven Catalineta: que con cada palabra que dijera, le saliera una moneda de la boca. Eso sí, si alguien los hacía enfadar, no tenían miramientos. Por eso, na Catalinota, una chica grosera y antipática, no tuvo tanta suerte. ¡Los gigantes le plantaron una trompa cerca del culo que hacía xoca-reixoc, xoca-reixoc cada vez que abría la boca! ¡Hala, por maleducada!

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