Libro: Operación Magalluf  (1984) de José Barrios. Impr. Gráficas Capó.

El autor, conserje nocturno en el hotel Palas Atenea, desarrolló una curiosa trayectoria literaria durante la primera mitad de los años ochenta al haber autoeditado dos novelas más conectadas con el turismo: Un forastero en Mallorca (1980) y Buitres en el tejado (1982). La obra encargada de cerrar esta trilogía (Operación Magalluf) también se habría publicado en inglés e italiano (así se afirmó en un artículo aparecido en Última Hora) si bien no se ha podido documentar la existencia de ningún ejemplar de estas dos ediciones en lenguas extranjeras.

Trasfondo y características de la obra:

Operación Magalluf es un thriller centrado en una trama de corrupción y drogas a gran escala que convierte a un hotel imaginario de ocho plantas (la Estrella del Sur) en su principal escenario. A partir de las descripciones del autor, se puede precisar que el hotel rehuye la primera línea del mar y se ubica en una pequeña colina (Punta Ballena) en momentos en los que aún son palpables los efectos de las crisis económicas (la crisis del petróleo del 73, la crisis industrial de 1977, etc.):

Las intenciones del que hubiera mandado construirlo se reflejaban a los cuatro vientos: quería hacerse notar, sobresalir sobre los demás. Como un gesto de altanería, el edificio de ocho plantas se erguía orgulloso parecía desafiar a todos los que en un nivel inferior se enhilaban a lo largo de la orilla del mar. Antes, cuando lo estaban construyendo, había sido criticado por empresarios y directivos de otros hoteles de la zona, por los de la competencia. ¿A quién se le ocurriría construir un hotel en plena crisis, cuando nadie se arriesga a abrir ni un hostal? Además en aquel sitio apartado, lejos de la playa, separado por aquella abrupta cuesta...

La narración no aporta demasiados detalles sobre el modelo socioeconómico de este lugar geográfico, pero hay dos aspectos interesantes:

1. Condiciones laborales. Menciona que un personatge (Rafa) se aloja de forma gratuïta «abajo, en el sótano, con el personal, a cambio de mantener limpia la entrada del hotel».

1. Redes de corrupción. El autor, en la contraportada, escribe: «Si la crisis del país le han llevado a engrosar la lista de los parados... Si, desesperado por un empleo, lee cada día el periódico buscando ansiosamente los anuncios en los que se ofrece trabajo bien remunerado a personas inteligentes y activas, en la recepción del hotel X... ¡Cuidado! Podría ser para formar parte en una Operacion Magaluf».

Fragmentos:

[Descripción del escenario del litoral durante el día]

Más que Magaluf le parece ver atolones llenos de cimbreantes palmeras en una isla del Pacífico [...] En la arena pocos claros; aparecía cubierta de sombrillas, tumbonas, colchones, además de cientos de cuerpos que, tendidos, se exponían al sol embadurnados de aceites, de cremas, guardando corta distancia entre unos y otros [...] Lanchas, velas, velomares, windsurfings, colchonetas inflables, flotadores [...] Gentes de todas nacionalidades, venidas de todas partes, se chapuzaban felices, despreocupadas de todos los problemas que hubieran dejado atrás en su país de origen, haciendo un paréntesis, una tregua a sus inquietudes cotidianas. Habían venido a descansar, a pasarlo bien.

[Descripción del escenario nocturno en contraposición con el diurno]

Magaluf, la noche. Alborozo por todas partes. La ciudad-ilusión animada por un festivo y humano movimiento. Los turistas van de un lado para otro, contentos, jaraneros, deseosos de disfrutar una noche más de vacaciones. Solamente andar por las calles ya es para ellos una diversión. El verse en una zona de recreo, el estar a cientos de kilómetros del deber impuesto, del trabajo mecánico, les produce alegría, júbilo. Poco a poco se van desintoxicando, soltando los malos humores que traían producidos por la ciudad-problema. La playa está desierta, sin bañistas.