¡Un lugar de leyenda!

El convento de Santa Clara es uno de los más antiguos de Palma. Cuenta la leyenda que una dama noble mallorquina dejó escrito que cuando muriera quería que la enterrasen en la iglesia de este convento, con un anillo muy preciado colocado en el dedo anular. Cuando murió, así lo hicieron. Pero antes de ser enterrada, uno de los hombres que velaban su cuerpo aprovechó que nadie lo veía para intentar robar el anillo de la dama. Le iba muy ajustado y costaba extraerlo, así que el hombre pensó que le cortaría el dedo de un mordisco y sacaría el anillo. Así lo hizo... Y al morder el dedo, la mujer, que todos creían muerta, revivió con un gran grito de dolor. ¡El ladrón, del espanto, cayó muerto al instante! 

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